Muertes Violentas (1990)

Todos moriremos algún día. Ojalá en una edad muy avanzada y por causas naturales, no de forma violenta ni en circunstancias extrañas. En 1990, el extraordinario cineasta mexicano Miguel Marte reflexionó sobre la muerte y cómo a veces ocurre en circunstancias violentas y extrañas, así que filmó tres historias para una película antológica titulada Muertes Violentas.

En la primera entrega de Muerte Violentas, Manuel Flaco Ibáñez interpreta a un criminal que se relaja en la cama con una prostituta y le propone matrimonio. También le cuenta cómo "tuvo que" matar a un amigo cercano. De repente, la policía llega a su casa para arrestarlo, pero él no se rinde, ¡sino que lucha! Dispara contra la policía e incluso obliga a la chica que lo acompaña a unirse a la balacera. Justo cuando crees que la batalla ha terminado, ¡Manuel Flaco Ibáñez se lleva una sorpresa inesperada al final!

Esta primera Muerte Violenta tuvo un comienzo interesante. Es la típica historia de crimen y acción con un final inesperado y cursi. Siempre es interesante ver a Manuel Flaco Ibáñez interpretar papeles serios , ya que es un actor realmente bueno, y no solo en los papeles cómicos que suele interpretar.

Siempre es agradable pasar tiempo con tu papá. Sobre todo si le estás gastando una de las bromas más raras de la historia. Noe Murayama y su hijo están en una furgoneta esperando a que su novia salga del colegio para fingir que la secuestran y llevarla a una cabaña remota en el bosque para una escapada. Al principio, la escapada parece tranquila y agradable, pero la cosa se pone intensa y extraña, y finalmente la chica acaba muerta y despedazada. Literalmente.

Esta segunda historia de Muerte Violenta es realmente rara. Empieza con una broma rara y, tras mucho tiempo adaptándose a la cabaña, el trío parece llevarse bien, pero surgen tensiones entre ellos y ¡la cosa se pone fea! Aun así, a pesar de lo loca y rara que fue esta historia, me encantó. Unas buenas y alocadas aventuras padre-hijo con una chica loca dispuesta a follar con cualquiera de ellos.

La última historia trata sobre unos mercenarios sudamericanos que descansan en un templo abandonado que resulta estar embrujado por una entidad invisible. Esta posee a uno de los mercenarios y se lanza a una pequeña matanza.

Dejaron la mejor historia de Muerte Violenta para el final, ¡y me encantó! Los efectos de maquillaje del mercenario poseído son cursis, e incluso tiene serpientes vivas saliendo de su boca. Siempre aparecen serpientes cuando alguien muere de forma sangrienta, y no sé muy bien por qué, pero estas criaturas serpenteantes sin duda le añadieron más locura y extrañeza a esta historia de muerte.

Muertes Violentas es una divertida película antológica. Una película antológica hecha por Miguel Marte, además. Me encantan las películas de Miguel Marte y esta, por supuesto, se ha convertido en una de mis favoritas. No entiendo por qué la tuve guardada en el armario tanto tiempo sin verla, pero me alegro de haberla visto finalmente. ¡Muertes Violentas ya no será ignorada!